La conmemoración inició con la presentación de los danzantes de tijeras, expresión cultural que llenó de energía y tradición el ambiente, seguido por la misa donde se pidió por todos los comerciantes del GMML y funcionarios de EMMSA. El momento principal fue la fervorosa procesión del Señor de los Milagros, que recorrió los pasillos del pabellón, seguido de comerciantes y devotos, quienes, con cánticos y oraciones, mostraron su fe y agradecimiento.

Sin embargo, el protagonista de la festividad fue, sin duda, el maíz morado. Este ingrediente emblemático de la cocina peruana se exhibió en todas sus variantes: fresco, seco, en granos, en polvo, e incluso la coronta, destacando su versatilidad y aporte a la rica gastronomía del país. Los asistentes pudieron disfrutar de la exposición de una variedad de productos derivados del maíz morado, como chicha y mazamorra morada, api, turrones y otros deliciosos platos y bebidas que resaltan el sabor único de este grano andino.

Más allá de lo culinario, la celebración fue un recordatorio del impacto significativo del maíz morado en la salud gracias a su alto contenido de antioxidantes. Esta característica lo convierte no solo en un pilar de la identidad gastronómica peruana, sino también en un aliado importante para el bienestar de la población.

"Esta celebración refleja la esencia de nuestro mercado: diversidad, cultura y salud. El maíz morado no es solo un producto; es parte de nuestra historia y tradición, y eventos como este reafirman la importancia de preservar y promover nuestros alimentos autóctonos", comentó Pilar Covarrubias, subgerente de Promoción de Mercado de EMMSA.