Lima, 21 de abril del 2020.- El alcalde de Lima, Jorge Muñoz, y el ministro de Agricultura, Jorge Montenegro, supervisaron el normal abastecimiento de productos en el Gran Mercado Mayorista de Lima (GMML), en el marco del estado de emergencia por el COVID-19, a fin de evitar la especulación de precios en los diversos mercados de la ciudad.
En lo que va de abril, han ingresado 122 mil toneladas de alimentos en 10 mil camiones que llegaron de diferentes zonas del país. En marzo ingresaron 214 mil toneladas, en 21 mil vehículos.
Asimismo, las autoridades verificaron que los precios se mantienen estables. Por ejemplo, la zanahoria, que se llegó a vender en S/4 el kilo, hoy se puede comprar hasta en S/0.40; la papa huayro se mantiene en S/1.20, la papa negra en S/0.68, la papa peruanita en S/1.35, la papa única en S/0.60 y la papa Yungay en S/0.55. El olluco se vende en S/1.35, el maracuyá en S/1.35 y la espinaca en S/3.28. Asimismo, cinco unidades de choclo cuestan S/4, el camote se vende en S/0.84 y la cebolla en S/1.70.
El tomate Katya varía entre S/2.10 y S/2.50 el kilo; en tanto, el limón mantiene su precio de S/1 a S/2 el kilo; la arveja americana cuesta S/3.08, el maíz morado S/1.50 y el zapallo S/1.50.
"Estamos verificando que los precios y el ingreso de mercadería son regulares. Hoy han entrado 7,300 toneladas de alimentos, número que está por encima del promedio. En las últimas cinco semanas esta media se mantuvo, por ello no hay razón para la especulación en los mercados de la ciudad. Asimismo, hemos verificado que se cumplan las normas de salubridad para que este abastecimiento también sea saludable".
MEDIDAS PARA CONTRARRESTAR EL COVID-19
El municipio puso a disposición del centro de abastos cuatro pediluvios en la entrada, para desinfectar el calzado de todos los visitantes, quienes además deben pasar por el lavado de manos y la toma de temperatura para poder ingresar.
Estas medidas se suman a las diversas acciones que se aplican en el GMML desde el inicio de la emergencia, como la entrega de mascarillas a todo el personal, desinfecciones en los pabellones y cinco fumigaciones, control del aforo en cada pabellón, pintado de líneas divisorias que evitan las aglomeraciones, entre otras.