La zanahoria, originaria de Asia, se ha consolidado como una de las verduras más consumidas en Perú, gracias a su versatilidad en la cocina y a sus excepcionales beneficios nutricionales. Utilizada en guisados, sopas, ensaladas y jugos, esta hortaliza es un componente esencial de una dieta equilibrada.
Desde su introducción al continente americano, la zanahoria ha evolucionado hasta convertirse en el alimento funcional que conocemos hoy: de color anaranjado y con una forma alargada y cilíndrica. Históricamente, las zanahorias eran de color morado con interior amarillo, pero fue a partir de la colonización española e inglesa que llegaron a América, extendiéndose rápidamente en los cultivos locales.
El cultivo de zanahorias en Perú ha aumentado significativamente, destacándose no solo por la cantidad, sino también por el valor nutricional que aporta. Esta verdura se distingue por su alto contenido en vitaminas, como la A, Filoquinona, Piridoxina, Ácido ascórbico, Niacina y Tiamina. Además, minerales esenciales como Potasio, Magnesio, Calcio, Manganeso y Fósforo se encuentran en abundancia en la zanahoria, convirtiéndola en un alimento clave para la salud, mejorando la vista, previniendo enfermedades y fortaleciendo el sistema inmunológico.
En el ámbito educativo y comunitario, la zanahoria se ha convertido en una herramienta valiosa para la enseñanza práctica. Debido a su fácil cultivo, es utilizada en escuelas y universidades para fomentar prácticas agrícolas sostenibles, promoviendo el aprendizaje activo y apoyando a los agricultores locales en sus labores diarias.
Entre las variedades más populares de zanahoria en el Perú se encuentran Chantenay, Colmar y Criolla, y los consumidores pueden encontrar las mejores ofertas en el Gran Mercado Mayorista de Lima (GMML).
EMMSA, una entidad dedicada al bienestar de la población, promueve el consumo responsable de alimentos saludables como la zanahoria, contribuyendo a la mejora de la salud integral de la comunidad.

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